“El relato de quienes pasaron por Móvil suele recordarlo como un momento de mucha libertad y acompañamiento, como un momento de vincularse de otro modo con el medio, y en general lo perciben como un punto de inflexión en su modo de trabajar, un punto de fuga de los modos de trabajo habituales dentro de los talleres, las galerías o los museos, sin las preocupaciones comerciales o presiones de las grandes instituciones”, reflexiona Solana Molina Viamonte, directora de Móvil. Por estos días Móvil festeja un nuevo aniversario: se fundó a fines de 2014 como un proyecto conjunto –independiente y sin fines comerciales- entre Molina Viamonte y Alejandra Aguado. Funciona en cheLa (Iguazú 451, en el barrio de Parque Patricios) y este sábado 28 se celebrará un Conjuro, guiado por Marina de Caro, donde se invita a los asistentes a la participación activa.
“Este conjuro contra la crueldad vendrá de la mano de Marina De Caro, Eugenia Estevez, Mercedes Ferrari y Lindsay Welsh como DJ. Armaremos un campo magnético a través de la música y el baile durante 24 horas. Podrán sumarse, a partir de las 15 a esta jornada, quienes quieran colaborar con su presencia, teniendo consciencia de la intención y propuesta. Participar es estar con nosotras, escuchando, bailando o simplemente caminando por el espacio. No es un evento artístico ni estará habilitado para espectadores”, anticipa Molina Viamonte sobre las demandas de esta instancia.
De Caro sostiene que conciben “el arte como un espacio de carácter simbólico para compartir, con capacidad de volver a pensar y actuar sobre una realidad avasallante. Nos preguntamos si podemos conjurar la crueldad que amenaza al mundo contemporáneo”. En ese sentido, la directora y curadora plantea que la artista “invoca a un acuerdo común, afectivo y humanx entre lxs amigos, la música y la danza, invocando a los caminos entre lo extraordinario y lo ordinario”.
Conjuro oficiará un poco de cierre de Punto de fuga, la muestra retrospectiva de Móvil, que reunió al equipo curatorial fundacional y sumó a la curadora, editora y escritora canadiense Sylvie Fortin. Punto de fuga, además de poner en perspectiva una década de trabajo, también supone un punto de inflexión para el proyecto, que se abrirá ahora a una nueva etapa.
Móvil propone “apoyar a jóvenes artistas brindándoles los medios para que puedan concebir y realizar un proyecto inédito, pensado para exponer en ese espacio, con la intención de que esta posibilidad les permita dar un salto en su producción y los ayude en generar un impacto en su trayectoria”, plantean sus responsables. En estos diez años pasaron por sus salas Irina Kirchuck, Joaquin Boz, Tomás Maglione, Mercedes Azplicueta, Sebastián Roque, Nicolás Sarmiento, Santiago de Paoli, Joaquín Aras, Manuel Molina, Elena Dhan, Benjamín Felice, Julián D´Angiolillo, Mariana Ferrari, Jesús Jair Toledo, Celina Eceiza, Denise Groesman, Nicolás Mastracchio y Lucía Reissig.
Móvil también produjo proyectos “fuera de sala” de los que participaron Leticia Obeid (Jornada de pensamiento sobre la economía desde la sociología, la historia y el arte), Leopoldo Estol (La pequeña vida, su primer proyecto audiovisual en el que abordaba la ruta de los libros y los caminos que transitan algunos libreros independientes), y Marina de Caro (El universo en un hilo, un poema visual a modo de ópera que conjugó imagen, musicalidad y movimiento que fuera estrenada en Centro de Experimentación y Creación del Teatro Argentino de La Plata, que asumió su producción e integró este proyecto a su programación).
“En general, son artistas jóvenes -en un sentido amplio- y talentosos que, al momento de invitación, no habían tenido una muestra individual de envergadura, y en muchos casos aún no tienen galería. Esto, claro, cambia con el paso del tiempo y muchas veces con la muestra en Móvil. En cuanto a los medios en los que trabajan y sus abordajes, son muy diversos. Han pasado pintores, video artistas, performers, algunos que trabajan con instalación, o que son más cercanos al cine y varios de ellos son artistas multidisciplinarios”, explica la directora.
Hasta el momento, esta primera década de trabajo fue siempre con artistas porteños, pero ahora desde Móvil se plantean “abrir un poco el juego”. Eso implica, señalan, “trabajar con artistas extranjeros, en algunos casos ya con una trayectoria, y propiciar que proyectos de artistas que han tenido muestra en Móvil, itineren a distintas provincias o a otros países”.
@P12