Cuba | Meteorología cubana, abanico de aplicaciones

Cuba | Meteorología cubana, abanico de aplicaciones

Más allá de la cara visible de su labor, consistente en hacer el pronóstico diario y extendido del estado del tiempo, y mantener una vigilancia permanente sobre los ciclones tropicales y otros eventos naturales de interés para nuestro país, la institución atesora un cúmulo de aportes significativos en otras facetas de las aplicaciones de esta disciplina científica.

Baste mencionar, por ejemplo, haber identificado las causas de la sequía en Cuba y los potenciales impactos del cambio climático, y la influencia de las variables meteorológicas en los cultivos agrícolas, en la salud humana y animal, así como conocer el comportamiento de la contaminación del aire en las principales ciudades del país.

Resaltan, asimismo, la determinación del potencial eólico de la Isla, herramienta indispensable en el empleo de ese tipo de energía renovable, el monitoreo de los niveles de radiación ultravioleta, los estudios de física de la atmósfera y los sistemas de alerta temprana para pronosticar la probable ocurrencia de incendios forestales y el aumento de las concentraciones de ozono troposférico, sumamente dañino a cultivos como el tabaco y el ajo.

Visto de forma general, el servicio meteorológico nacional cuenta en la actualidad con 68 estaciones, 14 centros provinciales y una red conformada por ocho radares que cubren todo el archipiélago y mares adyacentes, la cual se logró automatizar plenamente gracias a la meritoria labor de los ingenieros y técnicos del Centro Meteorológico Provincial de Camagüey.

 

PRIORIDAD A LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA

La máster en Ciencias Grisel Mojena Peña, especialista superior en Meteorología del Instituto de Meteorología (Insmet), precisó a Granma que en la actualidad la institución trabaja en 48 proyectos de investigación.

Buena parte está vinculada, en primer lugar, a los programas nacionales de Adaptación y mitigación al cambio climático, Desarrollo energético integral y sostenible, Meteorología y desarrollo sostenible del país (cuyo propósito general es perfeccionar los servicios meteorológicos que beneficien el desarrollo económico y social, junto a la protección de la vida humana y los recursos materiales a escala nacional, regional y local), Diversidad biológica, Reducción de riesgo de desastres y Tecnologías de aplicaciones nucleares, la óptica, el láser y la ultrasónica para producir y generalizar bienes y servicios.

En 24 de esos 48 proyectos, es la entidad ejecutora principal, mientras en el resto participa en colaboración con otras instituciones, en temas relacionados con el Perfeccionamiento del sistema de pronóstico energético para parques eólicos y fotovoltaicos conectados al Sistema Eléctrico Nacional (sen), Variaciones y cambios del clima en Cuba: presente y futuro, Fortalecimiento del sistema de alerta temprana agrometeorológica, creando capacidades tecnológicas y cognitivas, Pronóstico estacional de la sequía en Cuba y la Zonificación bioclimática para la sostenibilidad de la producción agropecuaria en la provincia de Sancti Spíritus, entre otros.

Según notificó Mojena Peña, en el presente año se prevé la defensa de 21 resultados científicos asociados a proyectos, y el incremento en la producción científica de los especialistas e investigadores.

Indicó que en 2022 el Insmet obtuvo un total de 19 resultados científicos, 18 asociados a proyectos de investigación, de los cuales seis fueron seleccionados como relevantes.

La relación contempla los denominados Modelación numérica de descargas eléctricas en Cuba, Desarrollo del módulo de asimilación de datos para el sistema de pronóstico inmediato, Magnitud del riesgo meteotrópico asociado a los procesos de circulación atmosférica, Infraestructura de datos espacial en aplicación a la sostenibilidad de la climatología de montaña en la zona oriental de Cuba, Software para el cálculo de indicadores de cambio climático extremo y Reporte de inventario nacional de gases de efecto invernadero de Cuba serie 1990-2018.

Asimismo, la producción científica alcanzó la cifra más alta de los últimos años en cuanto a publicaciones, con 106 artículos científicos, para un índice de 3,3 publicaciones por investigador.

De ese total, 43 fueron reseñados en los cuatro números de la Revista Cubana de Meteorología, y 37 en publicaciones foráneas de impacto. Los restantes aparecieron en otras revistas nacionales y en las memorias de eventos académicos.

 

NECESARIO RECUENTO HISTÓRICO

El profesor Luis Enrique Ramos Guadalupe, coordinador de la Comisión de Historia de la Sociedad Meteorológica de Cuba (SometCuba), rememoró que, en su etapa inicial de trabajo, el Insmet asumió la puesta en servicio de 50 estaciones sinópticas y climatológicas, con la colaboración de especialistas de la entonces Unión Soviética.

Otra misión clave para el despegue de esta disciplina científica en el país lo fue la adquisición y montaje de los radares meteorológicos situados en La Gran Piedra, La Habana y Camagüey, y la puesta en marcha de la primera estación receptora de imágenes satelitales, en marzo de 1969.

También impulsó los trabajos investigativos relacionados con la influencia activa (lluvia provocada), básicamente en las antiguas provincias de Oriente y Camagüey.

Particular significado tuvo la creación, el 15 de abril de 1977, del Laboratorio Conjunto Cubano-Soviético para el Estudio de la Meteorología Tropical y los Huracanes, lo cual posibilitó la adquisición de equipamiento y la realización de expediciones marítimas y aéreas, en las que intervinieron investigadores y técnicos de ambos países.

Momento culminante de aquella cooperación bilateral lo fue el vuelo, en septiembre de 1988, durante cinco días consecutivos, al centro del fortísimo huracán Gilbert (alcanzó vientos máximos sostenidos de hasta 337 kilómetros por hora y una presión central de 888 hectopascal, al moverse por las inmediaciones de Gran Caimán), hecho que propició seguir de forma más certera la trayectoria y evolución de aquel peligroso organismo ciclónico.

Granma